Cómo se calcula la pensión
Las pensiones se calculan con los ahorros previsionales acumulados durante tu vida laboral. Entre los factores más importantes para calcular el monto de pensión a recibir, están:
Las pensiones consideran lo que se llama beneficiarios legales, que son integrantes de tu grupo familiar que recibirán un porcentaje del monto de tu pensión una vez que fallezcas. Mientras más personas de tu familia tengan derecho a ser beneficiarios, menor será el monto de tu pensión.
Esta se calcula por medio de las tablas de mortalidad, que son construidas de acuerdo al número de años que viven en promedio los pensionados en Chile y su grupo familiar.
En base a estas tablas, se realiza una estimación de los años que podrías vivir desde tu jubilación en adelante, y además cuántos años vivirá cada una de las personas de tu familia que tenga derecho a pensión.
Mientras más joven, mayor será la estimación de años de vida para ti y/o para tu grupo familiar, y por lo tanto, menor será el monto de tu pensión.
A mayor tasa de interés vigente al momento de la cotización de tu pensión, mejor será el monto de tu pensión.
Las Tablas de Mortalidad consideran 110 años como edad máxima de vida, sin embargo esto no quiere decir que la pensión se calcule hasta esa edad. Las Tablas de Mortalidad son un instrumento que permite calcular las pensiones mediante probabilidades, proyectando que las mujeres que tienen 60 años vivirán en promedio hasta los 91 años y que los hombres que tienen 65 años vivirán en promedio hasta los 85 años.
La Tabla de Mortalidad reconoce que es posible que en Chile personas vivan hasta los 110 años, con probabilidades muy bajas. Al momento de jubilar (60 años las mujeres y 65 años los hombres) la probabilidad de llegar vivos hasta los 110 años es de 0,28% para las mujeres, y un 0,02% en el caso de los hombres.
Los montos de pensión, tanto de Retiro Programado como de Renta Vitalicia, se calculan en UF, lo que significa que cada vez que te paguen tu pensión (todos los meses), se calculará el monto a pago en pesos, según el valor de la UF vigente en ese momento.
En un Retiro Programado, la pensión se recalcula año a año, aplicando al saldo que queda de tus ahorros previsionales, la tasa de interés que esté vigente, la que puede ser distinta cada año, pudiendo ser más alta o más baja. Además, se calculará nuevamente tu esperanza de vida y la de tus familiares con derecho a pensión. Por todo esto, tu pensión es muy posible que varíe año a año, con tendencia a disminuir.
En una Renta Vitalicia, la Compañía de Seguros calcula tu esperanza de vida y la de tus familiares con derecho a pensión y la tasa de interés a aplicar a tus ahorros previsionales una única vez, que es al momento de pensionarte. Es por esto que tu pensión no se recalcula anualmente y se trata de una pensión fija en UF de por vida.
En él conocerás los principales conceptos y pasos que debes saber a la hora de pensionarte. Debes considerar que si quieres iniciar el trámite de pensión deberás acudir a tu AFP y firmar la Solicitud de Pensión y declaración de beneficiarios.
Con esta solicitud de pensión, la AFP emitirá tu Certificado de Saldo. Este documento contiene toda la información de los ahorros previsionales acumulados durante tu vida laboral.
Una vez que tengas este certificado de saldo, en la misma AFP debes ingresar la solicitud de ofertas a SCOMP (Sistema de Consultas y Ofertas de Montos de Pensión). Su uso es de carácter obligatorio al momento de realizar tu trámite de pensión. Su finalidad es entregar la información completa y comparable respecto a las ofertas de renta vitalicia y de retiro programado.
Queremos contarte que al momento de jubilar, puedes recibir tu pensión a través de distintas formas, pudiendo ser pagada por una AFP o una Compañía de Seguro. Esto hace que existan distintas modalidades de pensión.
Es importante tener presente que no existen modalidades mejores que otras, sólo diferentes opciones que se acomodan a la realidad de cada persona y a las necesidades de sus familias.
Postergar la edad de tu jubilación, en general, mejora la posibilidad de recibir pensiones más altas, ya que existe más tiempo para aumentar tus fondos previsionales. Sin embargo, no se puede asegurar que sea la mejor opción, porque depende de diferentes variables, como por ejemplo estar desempleado y necesitar ese ingreso o que la rentabilidad de tus fondos durante el período de postergación no sea la esperada.
Por otra parte, si decides pensionarte y continuar trabajando, podrías aumentar tus ingresos y financiar algunos proyectos o pagar, por ejemplo, los estudios de tus hijos o refinanciar deudas, entre otros.